Volteá la prenda: Siempre lavá la remera del lado del revés para proteger el parche de la fricción y el contacto directo con agua y detergentes.
Evitar prelavados fuertes: No uses cepillos o productos agresivos sobre el parche.
2. Lavado a mano (recomendado):
Preparar agua tibia: Usá agua a una temperatura máxima de 30 °C. El agua caliente puede debilitar el adhesivo del parche.
Detergente suave: Usá un detergente líquido para ropa delicada. Evitá detergentes en polvo, blanqueadores o productos con enzimas.
Lavar con cuidado: Sumergí la remera y agitá suavemente con las manos. No frotes directamente sobre el parche.
Enjuagar bien: Asegurate de que no queden residuos de detergente, ya que pueden dañar el parche con el tiempo.
3. Lavado a máquina (opcional):
Colocá la remera al revés: Esto reduce el desgaste en el parche.
Bolsa de lavado: Meté la prenda en una bolsa de lavado para ropa delicada.
Ciclo suave: Seleccioná un programa de lavado para prendas delicadas con agua fría o (máximo 30 °C).
Centrifugado: Evitá centrifugados que puedan desprender el parche.
4. Secado:
Evitar secadora: El calor intenso puede derretir el adhesivo del parche o deformar el 3D.
Secado al aire: Colgá la remera en una sombra, evitando la luz directa del sol, que puede debilitar tanto el adhesivo como el color del parche.
5. Plancha (si es necesario):
Planchar del lado del revés: Usá una temperatura baja o media (para algodón).
Evitar el contacto directo: Si necesitás planchar sobre el parche, poné una tela fina encima para protegerlo del calor directo.
Consejos adicionales:
No uses jabones concentrados, ni suavizantes fuertes: Esto puede desgastar el parche y dañar la tela.
No estrujes la prenda: Al secarla, simplemente colgala o extendela sin deformar el aplique.
Revisión del parche: Si notás que el parche empieza a despegarse, podés fijarlo de nuevo con una plancha tibia (colocando un trapo entre la plancha y el parche).
Gorras
1. Antes del lavado:
Revisá las etiquetas: Asegurate de que la gorra sea lavable y verificá cualquier instrucción del fabricante si las tiene.
Sacudí el polvo: Usá un cepillo suave o un paño seco para quitar suciedad o polvo superficial, evitando frotar el parche directamente.
Protege el logo: Colocá una cinta de papel o similar en logo para evitar contacto directo con productos químicos de lavado.
2. Lavado a mano (recomendado):
Preparar agua tibia: Llená un recipiente con agua fría o tibia (máximo 30 °C). El agua caliente puede dañar el adhesivo del parche.
Usá detergente suave: Agregá un poco de detergente líquido para ropa delicada. Evitá productos agresivos, como lavandina o detergentes en polvo.
Sumergir parcialmente: Sumergí solo la parte de la gorra que necesita limpieza (evitando el contacto prolongado del parche con el agua, si es posible).
Lavar con cuidado: Usá un paño o esponja suave para limpiar la gorra. Si deseas limpiar el área del parche, frotá suavemente alrededor, sin aplicar presión directa sobre el aplique.
Enjuagar: Usá agua fría para enjuagar la gorra, asegurándote de eliminar todo el detergente.
3. Secado:
Evitar centrifugado y secadora: Estos métodos pueden deformar la gorra, dañar o desprender el parche.
Secado al aire: Colocá la gorra en un lugar seco y ventilado, evitando la luz directa del sol.
Mantener la forma: Para que no pierda su estructura, rellená la gorra con una toalla o papel, especialmente en la zona del frente y el visera.
4. Limpieza puntual (opcional):
Si solo querés limpiar el parche o un área específica, usá un paño húmedo con un poco de detergente suave y limpialo con movimientos delicados. Después, pasá un paño limpio y húmedo para retirar cualquier residuo.
Consejos adicionales:
No sumerjas el parche por completo: Aunque son resistentes, los parches termoadhesivos pueden debilitarse si se exponen a agua o detergente por demasiado tiempo.
Cepillo para manchas difíciles: Si hay manchas en la tela, usá un cepillo de cerdas suaves, pero evitá frotar cerca del parche.
Evitar químicos fuertes: Nunca uses blanqueadores, suavizantes o productos abrasivos.
Protección del parche: Si está empezando a despegarse, podés fijarlo nuevamente con calor suave usando una plancha (poniendo un trapo entre la plancha y el parche).